La salud mental en los contextos migratorios no puede ser invisible en tiempos de COVID-19.
- CIMM México
- 3 jul 2020
- 7 Min. de lectura

Empecemos por la definición, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido que la salud mental «es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades… en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. La salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida.»
Para abordar el tema de la salud mental de las personas que migran es necesario recordar de manera muy general los contextos. Primero, hay que mencionar que muchas de las historias de vida de muchas personas ya cuentan con circunstancias complejas como: fallecimiento de los padres, abuso sexual, violencia familiar, suicidio en los padres, sensación de abandono o abandono por la familia, entre otras cosas. Segundo, cabe resaltar que muchas personas huyen de su país buscando lugares más seguros, por efectos de delincuencias, violencia familiar, violencia social, falta de oportunidades laborales, amenazas, también porque quieren reunirse con su familia en otro país, por el deseo de vivir mejor, por mencionar algunos motivos, pero cual sea, necesariamente implica una fuerte carga emocional.
Estos contextos desencadenan riesgos, circunstancias y emociones desde que preparan el viaje, mientras viajan y cuando llegan a su destino. Por ejemplo, durante la preparación del viaje se enfrentan a la separación familiar, de sus amigos (as), su casa, sus cosas o ante la violencia y amenazas, que dan como resultado emociones como: miedo, ansiedad, incertidumbre, tristeza, nostalgia, enojo, entre otras. Durante el viaje se enfrentan a circunstancias como, desempleo, experiencias traumáticas, de injusticia, de discriminación, lo que desencadena emociones como: desamparo, incertidumbre, miedo, estrés, ansiedad de separación e hipervigilancia, depresión, deterioro de los vínculos y apegos, trastorno de estrés postraumático, trastorno por el uso de sustancias, inseguridad, silencio, entre muchas otras.
Ahora, ante ésta pandemia del COVID-19, se encuentran ante otras complicaciones como pocas redes de apoyo, algunos sin posibilidad de acceder a información veraz, estresores asociados a la pandemia (miedo de transmisión, contaminación y muerte), separación de miembros de la familia, pérdida de trabajo, falta de vivienda, falta de apoyos, aislamiento, duelo por la pérdida de familiares, restricciones en la movilización, dificultad en las dinámicas familiares o con personas que no conocen, y una que es muy preocupante, es la intensificación de la xenofobia al acusarlos (as) por propagar el virus; las emociones que principalmente se presentan son: incertidumbre, confusión, temor del futuro, miedo a ser deportados al pedir ayuda, enojo por la paralización de la resolución de los trámites administrativos por la situación de la pandemia, tensión, desconfianza, ansiedad, angustia, preocupación por la salud y la salud de los seres queridos, estrés, tristeza, desesperanza o culpa; los principales síntomas que se han encontrado son: fatiga, insomnio, falta de apetito o mucho apetito, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza, mayor consumo de alcohol, entre otras. Muchas personas están experimentando varias simultáneamente.
Cabe mencionar, que algo que se ha identificado y como bien lo señala el Dr. Juan Ramón de la Fuente en su reciente artículo en el periódico “El universal” « La violencia contra las mujeres y las niñas preexistente en muchos casos pero ahora se ha exacerbado» y esto es otro elemento que es importante destacar ya que esto desencadena otras afectaciones emocionales.
Otra cita que quiero rescatar de dicho artículo es «En tiempos de pandemia y aislamiento, todos somos vulnerables. Los cuadros de angustia y los ataques de pánico son frecuentes, al igual que los episodios depresivos… agregue el enojo social por las restricciones a movernos libremente, el aumento en el consumo de alcohol u otras substancias capaces de alterar la conciencia, el aislamiento social, el confinamiento en espacios hacinados y el miedo a ser contagiado, y verá que no es necesario ser experto en la materia para apreciar que están dadas las condiciones para que surjan o resurjan las patologías mentales»
Entonces, está más que claro que, la salud mental de las personas que migran está teniendo afectaciones emocionales como resultado de la suma del proceso migratorio y la pandemia del COVID-19. Sin embargo, también hay elementos más positivos, personas que han reaccionado con aprecio a la vida, familia y amigos o han fortalecido sus creencias espirituales y conexiones sociales, son más empáticos y motivan a los suyos. No todas las personas van a sufrir afectaciones mentales graves, porque muchas personas son muy resilientes (cuentan con capacidades para superar la adversidad) y porqué son conscientes del autocuidado.
Pautas y cuidados para que esta situación sea más llevadera y las consecuencias emocionales tengan menor impacto.
Dado que la salud mental está en el centro de lo que nos hace humanos y humanas y es la que nos permite tener vidas enriquecedoras, gratificantes y participar de lleno en nuestras comunidades, debemos tener el autocuidado de nuestra salud mental no podemos ignorarla ni hacerla invisible, debemos atenderla en la medida de las posibilidades. Para ello tengo las siguientes sugerencias:
1. Mantente Informado
Es importante que la información que busques sea veraz y de calidad, por ello, se sugiere que se consulten las fuentes oficiales como:
· La Organización Mundial de la Salud, disponible en: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019?gclid=Cj0KCQjwz4z3BRCgARIsAES_OVc4svvlRHfidrqKUDszQJX91bersXksKCZ6xDwbcCs1lo7GcVFGXR0aAopBEALw_wcB
· La página oficial del gobierno de México, disponible en: https://coronavirus.gob.mx/
En esta página además encontrarás el “Plan operativo de atención a la población migrante ante COVID – 19”. Que te puede brindar información más específica, disponible en: https://coronavirus.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/Plan_Operativo_Atencion_Poblacion_Migrante_COVID-19.pdf
En la medida en que la información sea veraz evitaremos caer en las noticias falsas que en muchos casos generan más confusión o pueden dar falsas recomendaciones.
Es importante evitar la sobre carga de información porque el exceso de información puede generar ansiedad y estrés, se sugiere que se consulte la información una vez al día para estar actualizados.
Finalmente, se sugiere seguir las indicaciones en la medida de las posibilidades. Éstas se pueden ver en la página oficial del gobierno de México.
2. Cuidados emocionales
Cuando hablamos de cuidados emocionales, nos referimos a las acciones que están en nuestras manos para beneficiar nuestra salud mental. Es muy común que se presenten las ideas irracionales que son ideas negativas, dramáticas y exageradas que no se basan en hechos reales. Suelen aparecer de forma automática y reiterada provocando malestar físico y psicológico. A pesar de que estos pensamientos son “normales” en esta y otras situaciones, hay que eliminarlos porque no ayudan a mantener la calma y ver las cosas objetivamente.
¿Qué hacer? Cuando se presenten estas ideas irracionales puedes seguir estos tres pasos:
Identifica el pensamiento irracional que aparece de manera reiterada y continua que altera tu estado emocional. Ejemplo: “Voy a morir de coronavirus”
Confronta ese pensamiento con la realidad, ten presente los pensamientos objetivos y lo que está en tus manos para modificar. Ejemplo: “la enfermedad se puede superar”, “estoy cuidándome cuando salgo a la calle”
Cuando ya identificaste que esa idea no es real, volverás a sentirte tranquilo(a). Pero si continua la mejor técnica a seguir es la distracción, puedes empezar a hacer alguna actividad que requiera el uso de tus manos como, ordenar, pintar, dibujar, etc. Y cuando estés tranquilo vuelve al punto dos, a fin, de que esa idea irracional desaparezca.
Como ya lo hemos comentado, en este momento de la pandemia podemos sentir muchas emociones negativas como tristeza, ansiedad, enojo, apatía, estrés, etc. Y tenemos que manejar esas emociones.
¿Qué hacer? Respirar profundo, inhala el aire a través de la nariz. Cuenta hasta cuatro. Aguanta la respiración durante siete segundos. Exhala completamente el aire de tus pulmones durante ocho segundos Es importante realizar un sonido/soplido que puedas oír. Hazlo unas tres veces y te sentirás más tranquilo (a).
También puedes hacer actividades como yoga, actividades que te gustan y puedes hacer en casa como pintar, colorear, cantar, bailar, tejer, cocinar etc.
Ante la incertidumbre sirve recordar que la vida es así, no se puede tener un total control y repetirse la siguiente frase “el pasado no puedo cambiarlo, el futuro no lo conozco, así que vivo el presente”. Debes aprender a ir modificando los planes sin perder tu meta.
Alimenta la actitud positiva. Ser positivos no quiere decir que desvaloras o ignoras lo sucedido, sino que eres consciente de que esta situación es transitoria y pasará, que siempre hay opciones para dar solución.
Haz ejercicio, éste te da más salud, genera hormonas que contribuyen a que te sientas mejor. Disfruta del aire fresco y la luz del sol.
Crea una rutina, respeta los horarios y actividades, esto te dará estructura y confianza en ti mismo (a). Esa rutina incluye tener comunicación con tu familia y amigos (as), intenta hablar con alguien todos los días para que puedas compartir lo que piensas y sientes.
Y finalmente pero no menos importante, es buscar ayuda psicológica, actualmente hay servicios en línea de atención gratuita a donde se pueden comunicar.
Fuentes
Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. 30 de marzo de 2018.
Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
Ramón de la Fuente, J. El covid-19 y la salud mental. 01 de junio de 2020.
Disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/juan-ramon-de-la-fuente/el-covid-19-y-la-salud-mental
Articulo redactado por la Lic. Leticia Castro Concepción
Licenciada en psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México, diplomada en Psicología Forense, Trata de Personas y en Primeros Auxilios Psicológicos para Personas Migrantes, Refugiadas y Desplazadas. Ha cursado diversos cursos en materia de perspectiva de género, diversidad sexual, atención al acoso y hostigamiento sexual.
Cuenta con experiencia profesional en atención a personas víctimas de violencia de género en los ámbitos familiares, docentes y laborales. Ha laborado en dependencias gubernamentales como la Fiscalía General de Justicia, la Secretaría de Educación Pública y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Así como en organizaciones de la sociedad civil como Mujeres Aportando a Mujeres (MAM AC), el Centro de Estudios e investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS AC) y el Instituto para la Mujeres en la Migración (IMUMI AC).
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